¿BÚHOS O ALONDRAS?: IMPORTANCIA DEL SUEÑO/DESCANSO

El sueño es un proceso neurobiológico necesario para conservar la salud y mantener el bienestar. Básicamente es una reducción de las percepciones de los estímulos externos y el cese de la actividad motora. En el sueño influyen multitud de factores como la actividad física, la dieta, factores psicosociales y ambientales e incluso la genética. El descanso nocturno es el reparador de la energía, incrementa la inmunidad, previene la depresión y consolida los datos de la memoria. Los trastornos del sueño incrementan los riesgos de enfermedades crónicas, depresión, infecciones y cáncer.

Es importante conocer nuestro cronotipo, adaptarse al número de horas necesarias y reparadoras en cada persona, consumir alimentos que estimulan la melatonina y triptófano, e incluir rutinas que mejoran el hábito del sueño.

El ritmo principal del cerebro es alfa, asociado a prestar atención. Atender al momento presente y observar la respiración supone la cooperación de millones de neuronas que sincrónicamente oscilan en ritmo alfa generando una barrera de contención de la información en el cerebro de forma involuntaria, sin ser conscientes de tal batalla. El ritmo de ondas lentas de delta y theta es el ritmo necesario a la hora de dormir en que las neuronas van ralentizando su actividad. Por ejemplo, meditar justo antes de dormir puede tener un efecto de ondas alpha con más actividad. Se debe meditar, pero no inmediatamente antes de dormir. La meditación potencia el ritmo alfa hasta una hora después de haber terminado su practica, igual que ver las pantallas de dispositivos electrónicos, que propagan ritmos rápidos y se quedan reverberando en nuestro cerebro, y más activos de lo que debiéramos, por eso cuesta conciliar el sueño. Cuidar la calidad del sueño transita por aprender a preparar el sueño, cuidar las rutinas básicas, saber qué alimentos deben consumirse y qué ejercicio es mejor, todo esto antes de consumir fármacos.

Existen numerosas formaciones relacionadas con habitos para mejorar el hábito del sueño, conociendo aspectos de la fisiología, la adaptación a distintos tipos de sueño y prevenir alteraciones que repercuten en la calidad del mismo.

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Estudio en PubMed (Good Sleep quality): https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34607184/

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